La mejor época para visitarla es de noviembre a abril, cuando las temperaturas son suaves y el cielo está despejado. El invierno es perfecto para avistar ballenas, mientras que la primavera y el otoño son magníficos para recorrer la región vinícola y hacer excursiones por carretera. Los veranos pueden ser muy calurosos en el interior.
Entre los principales lugares de interés destacan el Valle de Guadalupe (la principal región vinícola de México), la ciudad costera de Ensenada y el espiráculo de La Bufadora. En la costa del Pacífico se puede practicar surf en lugares como Rosarito, y la migración de la ballena gris en Guerrero Negro es inolvidable.
De cinco a siete días le darán tiempo suficiente para explorar la región vinícola, las ciudades costeras y disfrutar de aventuras al aire libre. Si va a recorrer la península o a avistar ballenas, prevea entre 7 y 10 días para aprovecharlos al máximo.
Sí, las principales zonas turísticas de Baja California, como Ensenada, Valle de Guadalupe y Rosarito, son generalmente seguras. Como siempre, usa el sentido común, evita las zonas aisladas por la noche y mantente en carreteras bien transitadas cuando conduzcas.
Es conocida por sus pintorescas costas, su cocina Baja-Med, su región vinícola, su fauna marina y sus aventureros viajes por carretera. La región combina paisajes desérticos con vistas al océano y alberga tanto la cultura rústica de los ranchos como escenas gastronómicas modernas.
Le esperan catas de vino en viñedos boutique, sesiones de surf en las playas del Pacífico, aventuras todoterreno, festines de marisco y excursiones ecológicas para avistar ballenas, delfines y leones marinos. Es un lugar para la exploración, la relajación y las sorpresas gastronómicas.
Lleve varias capas de ropa: los días pueden ser cálidos, pero las noches refrescan, sobre todo en la región vinícola. Lleve bañador, calzado de montaña, protección solar y un cortavientos para las brisas costeras. Si visitas zonas rurales o aisladas, lleva dinero en efectivo y una botella de agua recargable.
Pruebe los tacos de pescado al estilo de Baja California, la langosta en Puerto Nuevo y el ceviche en la costa. El Valle de Guadalupe ofrece buena comida con vinos locales, y la cocina Baja-Med combina influencias mexicanas, mediterráneas y asiáticas en platos innovadores.
Sí-Baja tiene una fuerte herencia ganadera y marítima. Los lugareños valoran la amabilidad y la hospitalidad, y las comidas suelen ser lentas y sociales. En la región vinícola, las catas son informales y personales, a menudo guiadas por los propios bodegueros.
Baja California combina paisajes salvajes e indómitos con experiencias culinarias de talla mundial. A diferencia de los lugares de playa más tropicales, ofrece una mezcla de desierto, océano y montaña, todo ello accesible por carreteras panorámicas y lleno de sorpresas por el camino.